Bordó: el nuevo proyecto de Facundo Kelemen donde el vino y los productos brillan cada uno por su cuenta

En su nuevo restaurante de vino y producto ubicado en Colegiales, el cocinero propone experiencias combinadas con una terraza especial para el horario de aperitivo y un restaurante con una propuesta en la que cada plato se centra en un único ingrediente principal.

Cuando Facundo Kelemen creó su reconocido y premiado restaurante/bodegón moderno Mengano, en 2018, lo hizo con el objetivo claro de resignificar muchas de las comidas típicas de nuestra cultura, convirtiendo los sabores tradicionales en nuevos por medio de técnicas e ideas propias de la alta cocina contemporánea.

Ahora, en 2025, el cocinero, quien fue abogado antes de dedicarse de lleno a la gastronomía y fundar su primer restaurante Mengano, presenta un concepto distinto en Bordó, un proyecto ubicado en Conesa 1483 y es un espacio dividido en el que conviven un restaurante y una terraza que apunta a convertirse en el nuevo gran lugar para ir a tomar algo después en horario de aperitivo.

El primer nivel, el restaurante, está orientado principalmente al vino, y en ese sentido se tomó la decisión de desarrollar un menú en el que cada plato estuviera basado en un único producto, estableciendo un paralelismo con la uva como protagonista absoluta de cada botella. Así, por ejemplo, un plato de calamar puede combinar todas las partes del molusco de diferentes maneras, prescindiendo casi por completo de otras cosas. No quiere decir que no se utilicen otros ingredientes en ningún caso, pero la idea es siempre destacar un producto particular logrando además maximizar el aprovechamiento y reducir el desperdicio en la mayor medida posible.

La selección de vinos, por supuesto, está cuidadosamente curada y supervisada por el sommelier Lucas Rothschild, quien pensó para la carta en etiquetas provenientes de distintas regiones del país. 

En la terraza, por otra parte, el concepto cambia para enfocarse en el horario de la tarde/noche y el after office, con opciones de vino y aperitivos que son acompañados por charcutería y quesos de primera.

La naturaleza doble de Bordó propone encontrarse con el espacio, su comida, su bebida y su gente de diferentes maneras, o incluso pasar de un sector a otro a medida que van pasando las horas y el atardecer abre paso a la noche.

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