Son parcelas seleccionadas de fincas ubicadas en las mejores regiones de Mendoza
Son botellas que elaboran desde hace 120 años, fecha que además están celebrando, y por eso, con esta nueva colección revelan que “es un vino testigo de nuestra vida entre viñedos y un homenaje al espíritu pionero de nuestros ancestros”.
De sangre es una línea que representa el concepto de los vinos que la familia Arizu, sólo abría en los encuentros familiares, “los Arizu llevamos en la sangre la tradición de reunirnos a celebrar la vida en familia”, cuenta Alberto, CEO de la bodega Luigi Bosca y recuerda a su abuelo escribiendo a mano “De Sangre” sobre algunas preciadas botellas. Vinos muy especiales que atesoran en sus cavas con la premisa de compartir sus afectos.
Por eso Luigi Bosca de Sangre, retoma el nombre de ciertas botellas que ya tenía en su acervo, y se lanza como una nueva colección con el propósito de ofrecer siete vinos para disfrutar, compartir y celebrar.
Son vinos que nacen de la alianza entre lo que da la naturaleza junto a su centenario conocimiento y trabajo en los terruños mendocinos “Son vinos que expresan la esencia de nuestra pasión por el terruño”, propone Arizu levantando su copa de Cabernet Sauvignon, el rey de los tintos a nivel mundial, y que ahora, en esta propuesta de world class de la línea De Sangre, tiene la meta de competir a nivel mundial.
Este Cabernet Sauvignon, sintetiza el trabajo de selección de cuatro parcelas ubicadas en Lujan de Cuyo y Valle de Uco, y que resultan en una copa de carácter dulce, especiado, con fruta negra, frescura, jugosidad y complejidad.
“Son vinos que además de nuestro corazón, reflejan nuestra conexión emocional con los consumidores; muestran la innovación a la hora de investigar y la de crear cada botella a partir de la selección de uvas de micro parcelas”.
Algunas de ellas se ubican en viñedos que tienen más de un siglo plantadas en un ambiente sustentable, del que esperan en cinco años tener la certificación orgánica para todas ellas. “Somos custodios de esos recursos naturales”, explica Alberto Arizu mientras recuerda las palabras de su padre el Ing. Alberto Arizu: “El futuro está en nuestro pasado”, quien firma las etiquetas junto al enólogo de la bodega, Pablo Cunneo.
Los tres malbec de la línea son el clásico DOC, de Lujan de Cuyo ($2160); uno edición limitada de Paraje Altamira con viñedos añosos a 1300 mts ($3350) y otro de Valle de Uco ($2600).
Un cabernet franc, de finca El Paraíso en Altamira, que resume la búsqueda de la precisión varietal y la potencia aromática que ofrece el terruño ($2600)
A ellos junto al cabernet sauvignon ($2800), De Sangre, suma un blend de tintas ($2160), y otro de blancas ($1800).
Todos tienen un potencial de guarda de al menos 10 años.
Maridajes:
Malbec DOC: con platos especiales como un rack de cordero con hongos salteados, o bien ojo de bife madurado con risotto de quinoa, y tabla de quesos semiduros.
Cabernet Sauvignon: para disfrutar con carnes de caza de sabores intensos como ciervo o jabalí marinado con hierbas y acompañados de vegetales asados.
Cabernet Franc: con platos especiales como lomo con marinada de verduras, o bife dry aged con ensalada de rúcula y parmesano.
Malbec Valle de Uco: para disfrutar con platos especiales como una cotoletta alla milanese, o un solomillo de cerdo con puré de batata.
Malbec Paraje Altamira, Ed Limitada: para disfrutar con carnes de caza de sabores intensos como ciervo o jabalí marinado con hierbas y acompañados de vegetales asados.
Red Blend: para disfrutar con un risotto de hongos o unas baby back ribs (costillitas) con choclo y papas asadas a leña.
White Blend: con pescados grasos a la parrilla, como dorado o surubí con papas y vegetales asados.