Vino en lata: blancos bien fríos, tintos descontracturados.

El vino, la bebida nacional, ahora se expande en un envase más sustentable: la lata

Si hay una bebida que nos caracteriza como argentinos, sin dudas es el vino, y es que en nuestro país esta industria se posiciona como el sexto mayor productor a nivel mundial. Esto significa que los vinos argentinos conquistan a amantes de la bebida en diferentes países y se tornan en embajadores de nuestra cultura de elaboración de vinos de calidad. 

Además, la innovación es una de las características principales de la industria vitivinícola, por eso, a finales de 2019, en nuestro país y de la mano de Ball se impulsó el desembarco de los vinos en lata, presentando una nueva manera de consumir los vinos favoritos de los argentinos, a la vez que brindan practicidad y cuidan el medio ambiente, por ser el envase más amigable con el planeta.  

Año tras año la lata sigue creciendo: según el último informe del INV (Instituto Nacional de Vitivinicultura) durante el período del 2020 a 2021 la lata tuvo un aumento de un 77% en la categoría de envases, siendo el de mayor crecimiento y que se refleja en el volumen de latas en el mercado. 

Consumo individual ideal para llevar

En este escenario, la lata conquista cada vez más espacios, dado que permite su consumo individual, brinda seguridad al ser hermética, lo cual la convierte en el envase ideal para impulsar esta categoría de vinos en espacios dónde hasta ahora era inusual encontrarlos, como playas, balnearios, piscinas y parques. Pero también, las latas se hacen cada vez más presentes en bares, fiestas y reuniones nocturnas, y se estima que la tendencia seguirá en esa línea en la medida en que los consumidores se familiaricen con el envase. 

Cada color tiene su estilo de consumo

Algunos datos del sector demuestran que los vinos en lata siguen una lógica particular distinta de la premisa más tradicional del mercado de vinos. Además, entre los más elegidos por el 50% de los consumidores de vinos en lata, son estilos blancos dulces y rosados jóvenes, dado que son ideales para su consumo bien fríos. Aunque, hay que mencionar que los gasificados llevan la dominancia, ya que 1 de cada 2 vinos que se venden, presentan estas características. De todas maneras, los tintos están conquistando más espacio, buscando descontracturar los rituales más formales asociados a este

Lata más grande

La evolución sigue y en un contexto particular de la industria de envases, está llegando un nuevo formato, la lata de 473ml. Esta medida, es una de las más elegidas por los consumidores de otras categorías de bebidas y ahora se traslada al vino, siendo ideal para compartir en una comida sin gastar de más y aportando un consumo moderado. 

Con burbujas

En esta línea, también aparecen sidras y espumantes en las nuevas presentaciones de metal, pensadas para ampliar las ocasiones de consumo, práctico para llevar y enfriar, y totalmente reciclable, lo que además lo hace un producto sustentable.

Así como la sidra, llegan como espumantes para continuar acercando los mejores vinos y espumantes al consumidor y descontracturar su consumo de un modo súper práctico y moderno.

Los destilados tampoco se quedan sin lata, uno de los top en propuestas lateras llega de la mano de los gin tonic listos para consumir.

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