Cómo ser feliz con menos. Es el planteo de Matías Michelini a la hora de hacer sus vinos y llevar adelante su vida familiar, también protagonizada por los vinos.
Una entrevista exclusiva con el iniciador de la revolución del vino en Argentina: tanto por sus vinos como por su visión única.
De yapa: sus vinos preferidos y los que vienen
¿Cómo haces para decidir la manera cada vez que planteas un vino nuevo?
No sé cómo explicarte cómo hago un vino nuevo, o por qué lo hago, o por qué no lo hago. Encuentro una viña nueva o un lugar, fue porque justo pasé por ahí, o alguien me llamó, o me enamoré de ese paisaje, del sabor, y entonces ya tengo que hacer un vino de ahí. Hay años que a lo mejor no me pasa eso; no me crucé con nadie y no hago un vino nuevo. Pero normalmente siempre me cruzo con algo y estoy haciendo un vino nuevo.
Esos nuevos vinos que haces casa vez no parecen grandes proyectos comerciales.
No, comercial no hay casi nada, todo mi proyecto Pasionate Wine, que tiene más de 30 vinos diferentes y cien mil botellas; no es un proyecto comercial.
Esas 100 mil botellas hacen que seamos una familia sustentable, que el negocio nos sirva para vivir como queremos y que podamos hacer los vinos y manejar los viñedos nosotros. Que podamos disfrutarlo como parte de la vida y en familia. Hace años que no nos interesa crecer; cuando llegamos a las cien mil dijimos, no hacemos ciento una. Entonces hay vinos de los que hacemos menos botellas para poder hacer otras; otros que dejamos a hacer.
Porque te va a llevar la vida y vas a dejar de disfrutar…
Esa ambición de querer crecer y crecer, hacer más, tener más, te consume la vida. Cuando me puse a pensar en mis hijos, entendí que mientras más les deje, más problemas grandes van a tener; lo mejor es dejar algo chico con problemas chicos. Manejables.
Entonces te empieza a sobrar tiempo para hacer otras cosas que te gustan; y como a mí me gusta hacer vinos empiezo a hacer vino en otros lugares.
La Estocada, parece ser tu terroir de origen
A los 50 años, decís quiero estar más en mi lugar. En la finca La Estocada tenemos una granja, animales, huerta, apicultura, frutales. Hacemos dulces, miel, conservas, hacemos tantas cosas que cada vez necesitas estar más tiempo ahí porque nos encanta estar frente a la montaña.
Trabajamos todo ecológico y biodinámico y por eso todo tiene sentido. La relación con la gente que está alrededor tuyo, la relación con las plantas, con los animales, con lo que querés para la vida, con cómo ser feliz con menos. Cuando te das cuenta de eso empezás a disfrutar de otras cosas.
¿Cómo funciona el proyecto familiar con los vinos?
Como familia estamos en un gran momento. Están mis hijos trabajando conmigo y es todo un show. Paula, de 23, está encargada de la bodega, eso hace que yo puedo llegar más tarde o no ir y todo funciona. Después está Martina, de 21 que trabaja también, Estefan de 20, que hace sus propios Gin: Tormenta Blanca y Erupción Volcánica; y Ceci, mi compañera, que tiene el proyecto de té Eres, y que son infusiones de montaña. Es un proyecto de té argentino donde buscaron productores chiquitos y orgánicos de Misiones a los que les compran los tipos de té. Al mismo tiempo, en el campo nosotros secamos un montón de hierbas medicinales y flores que mezclamos a los tés de Misiones y hacemos cuatro blend.
¿Cómo es eso de vivir en la finca y cambiar el esquema comercial?
Estamos en un gran momento viviendo en donde hacemos los vinos. Vendemos todos los vinos que hacemos, no tenemos presión comercial. Decidimos dejar de crecer, porque de esta manera no tenemos que hacer el esfuerzo de salir a vender.
Dejás de ir a ferias en el mundo, la locura de tratar de vender una botellas, dejás de apurar los tiempos de los vinos porque necesitas dinero; todo entonces toma un equilibrio y una calma.
La locura de estar dando vuelta y hacer vinos por todos lados, para mi empieza a disminuir.
¿Cuáles son los vinos que sentís que siempre te van a acompañar?
Montesco Punta Negra de San Pablo, que un pinot noir hermano de Agua de Roca, están las parcelas una al lado de otra, son vinos que seguramente me acompañen toda la vida.
También tengo otros tres que nacen de un proyecto en el 2018 y que están bajo la marca Matías Michelini. Se llaman Sitio La Romain, Caos y Sólido, son dos vinos blancos y un tinto. Son vinos que hablan de una evolución de Matías Michelini; después de la revolución.
Sos el iniciador del cambio del paradigma del vino argentino
Me siento responsable de haber iniciado una revolución en Argentina, de haber hecho vinos que nunca se habían elaborado en el país.
Como los naranjos, los vinos sin filtrar, los de bajo alcohol, los de maceración carbónica, esos que están hoy tan de moda; el tema de vinificar en huevos, un montón de cosas que cuando las hice yo, nadie las había pensado.
Pero la parte de revolución ya pasó y ahora estamos en la parte de evolución.
Estos nuevos vinos hablan de más elegancia más fineza, sin tanta locura, con muchas capas, mostrando la parte de una montaña más compleja, más cuidada. Esos son los tres Marías Michelini, que son grandes vinos.
Hoy estoy con las aventuras de los vinos de mis hijos, porque todos están haciendo alguno, pequeños vinos, pequeños proyectos y me encanta acompañarlos. Es como cuando llevas a un chico a la escuela, acompañarlo en algo.
¿Qué se viene?
Los vinos de Sitio la Estocada, que es la viña que plantamos en Gualtallary, donde hicimos la bodega y que el año que viene va a dar uva.
Ahí tenemos 10 parcelas diferentes, y 10 vinos diferentes. Cada parcela con su nombre; Paso de las Arenas, Camino del Escorpión, Las Caracolas, todas parcelitas que van a dar unas mil botellas cada una.
¿Bajo qué marca van a salir?
Estos vinos van a ser Sitio La Estocada.
Hasta ahora, los nombres de los vinos fueron tan fuertes que se comieron la marca, como pasó con Agua de Roca, Punta Negra, Parral o Pie Franco que están todos bajo la marca Montesco. Pero nadie se acuerda de Montesco, porque el nombre y la personalidad de los vinos fueron mucho más fuertes y lo que pasó es que los llamaron por el nombre y no por el apellido.
¿Cuándo se podrán probar?
Muchos preguntan cuándo estarán listos los vinos de Sitio la Estocada. Cómo no nos alcanza ni el tiempo, ni las botellas hemos decidido en familia, armar una especie de Wine Club, para todos aquellos que nos han acompañado desde siempre y entonces darles la posibilidad de ser parte de nosotros, de nuestros vinos y de nuestro sitio.
Para los vinos de Sitio La Estocada todavía tendremos que esperar hasta marzo del 2025, y las esperas son una mierda, por eso pensamos en hacer vinos bajo la marca Camino de los europeos, que es el nombre de la calle para llegar a nuestra viña, elegimos tres parcelas que nos gustan muchísimo de Gualtallary y San Pablo y así nacieron 3 vinos. Un rosado de pinot de Gualtallary, un sauvignon blanc de San Pablo y un cabernet Franc de San Pablo, que sólo estarán disponibles para los miembros. Apenas 300 botellas de cada uno.
¿Cuántas marcas tenés hoy?
Tenemos Vía Revolucionaria, Los Montesco, @micheliniwine (que son de parcela), los Matías Michelini y ahora Sitio La Estocada.
¿Qué es lo que más te gusta de Mendoza?
Respecto al vino, en Mendoza hay una organización muy fuerte de tradiciones; de cómo plantaron los inmigrantes, cómo se dividieron el agua, e hicieron una viticultura espectacular que lleva 300 años.
Mendoza es bellísima porque tiene esa cultura, hay pocos lugares del mundo en donde encontrás esa cultura vitivinícola. Podés compararla con Borgoña, Burdeos, Rioja, porque son lugares de vinos.
En Mendoza, la gente sabe cultivar la vid.
Fotos: @sabrinacuculiansky y @sitiolaestocada