Como cada año desde hace 20, las calles de Mendoza reciben un centenar de cuatro ruedas de todas las épocas. Coloridos y numerados, hay autos que recuerdan el períodos de entreguerras; y otros contemporáneos que pisan los años 70.
Son los que forman parte del Rally de Bodegas, que recorre unos 700 kilómetros en dos días; manteniendo en cada tramo la regularidad precisa para alcanzar la meta.
La competencia de autos clásicos y sport se realizó el fin de semana pasado entre el centro y Valle de Uco en Mendoza; donde se puso e juego la Copa Park Hyatt; una actividad que forma parte del calendario oficial de la vendimia.
Organizada por el Club Mendoza Clásicos y Sport, combina la pasión por los autos clásicos y el placer de recorrer las rutas del vino, y conocer las bodegas con el imponente marco de la cordillera de los Andes
En el festejo por las dos décadas del rally mendocino, participaron 88 tripulaciones de todo el país, Chile, Uruguay y Estados Unidos, quienes piloto y copiloto, subieron a bordo de autos sport fabricados entre 1927 y 1981. Desfilaron con lujosas y glamorosas marcas como Mercedes, Aston Martín, Alpha Romeo, Jaguar, Triumph, Porsche.
La largada de la primera etapa salió del Hyatt, pasó por Cacheuta, Potrerillos, y terminó con un cóctel en la centenaria Bodega Trapiche, en donde la organización entregó los premios a la Elegancia; dos de ellos recibidos por la Escudería Alcohol Free, representantes este año de esa bodega anfitriona.
“En el premio a la elegancia, no sólo se busca la marca y la historia del auto, sino que el auto tiene que estar lo más original posible. Se premia la originalidad: este auto venía con esta llanta, esta tuerca, este tapizado de cierto color y tipo de cuero y tiene que ser así. Obviamente se restauran muchas cosas, pero no puede ser modificado”, explica Alejandro Tait; mientras maneja el Aston Martin International 1932, que ganó el segundo premio a la Elegancia y explica que “Esta carrera tiene 90 pruebas en donde no podés tener más de cuatro centésimas de segundo en promedio de error. Gana el que menos tiempo en contra tiene; y menos errores. No se puede pasar ni antes ni después porque te penalizan”; su auto está entre el centenar que hizo la marca Aston Martin de ese modelo “Es un modelo que se fabricó entre 1929 y 1942, y este fue uno de los últimos que se hicieron del modelo International; el número de chasis es 128, por lo que no se deben haber hecho más de 130 autos” agrega el piloto acompañado en la dupla por su hermano copiloto.
El segundo día, el centenar de autos, se lució por el centro del Mendoza y llegó hasta el Valle de Uco, donde pasaron por Rutini, y antes de la vuelta final cerraron en Robino. En los dos días, los autos recorrieron una quincena de bodegas donde fueron recibidos y agasajados
La regla es simple pero no sencilla de cumplir. Cada punto o posta cuenta con un cable en el asfalto que los corredores y sus copilotos deben pisar en el segundo exacto en que está planteado el recorrido. Hacerlo una milésima antes o después, es plausible de error, y con más de cuatro faltas será imposible alcanzar el título.
“Es una carrera de promedio, los promedios dependen de lo que te pase; puede no pasarte nada o algo que requiera que tengas que ir más rápido para alcanzar tu promedio. Las carreras están divididas por las edades de los autos y eso los reúne en categorías. Del año 1929 al 1932, del 32 al 36, y así vas llegando hasta los contemporáneos que son los del año 1970”, aclara el conductor del Alfa Romeo 6C 1750 SS de 1929, quien junto a su copiloto obtuvieron el tercer premio del Rally.
El segundo fue para la dupla del Triumph TR3 B del año 1962; y el podio para los bonaerenses Héctor Fliter y Luis Reguero a bordo del Fiat 6C 1500 Sport del año 1938. La organización del Rally de las Bodegas Mendoza, también entregó distinciones especiales como la Gentleman Driver a César Litvin; la de Espíritu Deportivo a Roberto de la Mota y la de Mejor Escudería fue para Trapiche 140 años.
“En Argentina existe el Rally de las Bodegas, el de la Montaña, que se hacía en Córdoba hasta el año pasado; y hay muchas de un solo día en Buenos Aires. También están las pre y las mil millas que se corren noviembre en Bariloche. Todas puntúan para el Campeonato Nacional de Rally Sport Histórico”, explica el conductor del Alfa Romeo del año 1929 que además obtuvo el primer premio a la Elegancia.
A la hora de pensar en las dificultades los pilotos expresan que a un auto antiguo le puede pasar de todo: que levante temperatura, que se vaya de punto por la altura, o se tape un filtro, pierda aceite, pinche una goma o quedarse sin freno. Y claro, a mayor edad del auto más posibilidades de que algo les pase “No es lo mismo con uno de 1970, que con uno de 1932. Pero en general todos los autos que participan tienen un buen mantenimiento”
Muchos de ellos también corren en Italia, el principal país para este tipo de competencias; pero los corredores coinciden en que los circuitos locales son muy buenos, muy trabados, y con muy buenos desafíos.
En Italia, suele haber más participantes, hasta unos 300, que llegan de toda Europa, y en el país, compiten un centenar.
Las mujeres pilotos se van sumando de a apoco a esta actividad, hasta ahora comandada por hombres, es el caso de Margarita Tonconogy, que maneja un MG de 1936; un auto inglés de la categoría preguerra; tiene 3200 cm3 y seis cilindros “es un auto un poco duro y difícil de manejar”, explica Margarita quien arrancó a competir a fines de 2019. “Me encantan las carreras de regularidad y precisión; y en pandemia tenía todo el tiempo del mundo para poder prepararme. De autos sabía un poco, vengo de una familia en donde mi hermano corre hace mucho y mi papá también; y a mí me picó el bichito. Empecé corriendo con mi hermana, y el año pasado lo invité a mi marido, él está fascinado y me acompaña, pero la que hace todo soy yo”, aclara Margarita; y cuenta que hay varias mujeres copilotos, pero pilotos pocas y en esta carrera estuvo solo ella. “El año pasado junto, a Andrea Hermann arrancamos a hacer cenas de mujeres para atraer más a esta disciplina que es fantástica”